Es una fiesta tradicional de los hombres y no suele ser, aún en la actualidad, habitual ver a las féminas compartiendo esta festividad con los varones.
En Riaza los cazadores se reunían este día en el paraje de Hontanares y allí, tras dar un batida de caza mayor, asistían a misa y luego comían (caldereta de bacalao y careta de cerdo asada). Desde hace unos quince años se juega al anochecer a un juego de cartas llamado "los montones". Hoy en día se mantiene ésta tradición. Es costumbre pasarse por el cuello la rosca del que porta el Santo en su brazo derecho para evitar así afecciones de garganta.