En el Pabellón Deportivo Municipal tomamos la carretera vieja de Riofrío de Riaza y nos desviamos en el primer camino que sale a nuestra izquierda. Poco después dejamos una rodera a la izquierda y avanzamos hacia el valle del río Riaza. Cada vez son más frecuentes los robles que escoltan el camino ente los viejos muros de piedras. Ya en el valle, nos reciben las ruinas del Molino Viejo. Unos tablones de madera nos facilitan el paso del antiguo caz e inmediatamente cruzamos el río por un puente de madera.

Continuamos por el sendero aguas arriba y pasamos por un a portera que nos introduce en una finca de la que saldremos enseguida por un segundo paso. La senda se separa ligeramente del río para cruzar el arroyo de Peña Blanca. Superamos un pequeño repecho, y sin perder la referencia el río a nuestra derecha, llegamos a un alto desde el que se domina gran parte de la Sierra de Ayllón. Al fondo destaca el Pico del Lobo, a 2.273 m de altitud, y al lado de la Estación Invernal de la Pinilla.

La senda continúa por la parte alta, ofreciendo espectaculares vistas del valle que se encaja en las pizarras. Riofrío de Riaza se levanta sobre la desembocadura del arroyo Fontarrón, formando una de las estampas más bellas del recorrido. Avanzamos paralelos al arroyo a cierta altura sobre el cauce. Pasamos bajo un tendido eléctrico y dejamos un sendero a la izquierda.

Seguimos de frente hasta un portera por la que saldremos a una pista (8) forestal que tomamos a la derecha en dirección a Riofrío de Riaza. Tras una suave bajada cruzamos el arroyo Fontarrón a través de un puente y subimos un fuerte repecho para entrar en Riofrío de Riaza junto a la iglesia parroquial de  San Miguel.

Regresamos sobre nuestros pasos hasta el punto (8), y continuamos de frente sin salirnos de la pista. Cruzamos un paso canadiense y seguimos por la derecha para abandonar la pradera y adentrarnos en el robledal. Cruzamos un arroyo y poco después nos encontramos con un cruce de caminos en el que continuamos de frente. Tras pasar por una vieja portera vadeamos el arroyo de Peña Blanca. En este último tramo la subida es más brusca pero enseguida llegamos a la Pradera del Collado donde nos desviaremos a la izquierda para emprender el camino de regreso a Riaza.

Bordeamos el cerro y tras un paso canadiense el camino gira a la izquierda y baja bruscamente. Al fondo vemos la silueta del pueblo que nos guará el resto del trayecto. En la siguiente bifurcación del camino tomamos el de la derecha y más adelante nos incorporamos a una rodera a la izquierda. En la bajada se incorporan dos roderas más, una a la izquierda y otra a la derecha. Cruzamos una puerta metálica y llegamos a una zona de descanso con bancos junto al río Riaza. Pasamos el río por un puente y subimos por la pista. En la siguiente bifurcación del camino cogemos la de la izquierda y entramos en Riaza.

Salimos del Pabellón Deportivo Municipal y tomamos la calle santiago Apóstol a la derecha. Avanzamos por ella hasta que llegamos a una pista de tierra, (11), por la que bajamos al río Riaza tras dejar una rodera a nuestra izquierda. Pasamos el cauce por un puente (10) y al otro margen cruzamos una portera para subir un pequeño repecho. Dejamos una rodera a la izquierda y otra a la derecha y continuamos hasta la siguiente bifurcación en la que tomamos el camino de la derecha. Avanzamos por la pradera y nos adentramos en el robledal hasta que llegamos a un cruce donde cogemos la rodera de la izquierda. Subimos un fuete repecho al final del cual, y tras cruzar por un paso canadiense, llegamos a la Pradera del Collado, (9). Para continuar hacia la Ermita de la Virgen de Hontanares debemos incorporarnos a la pista forestal y girar a la izquierda.

Dejamos los cerros del Collado y de Valdelayunta a nuestra izquierda y seguimos paralelos a una estribación de la Sierra de Ayllón que cierra la cuenca del río Riaza. Su cota más alta es el cerro gordo, a 1.906 m de altitud. La bajada al valle del arroyo de las Manadillas va seguida de un fuerte repecho.

 A ambos lados del camino crecen abundantes robles con los troncos agrietados y cubiertos de musgos y líquenes. El siguiente arroyo que pasamos es el del Jabalí. Este mamífero recorre de forma habitual el robledal en busca de raíces, hierbas, bellotas y tubérculos de los que alimentarse. La pista continúa sin grandes desniveles mientras nos acercamos al arroyo de las Guajardas, ya en las proximidades de la Ermita de la Virgen de Hontanares, (12). A los pies del santuario se abre una extensa pradera en la que el agua rezuma generosa en varias fuentes. En los días claros las vistas sobre la campiña se extienden en el horizonte hacia la provincia de Burgos. El Santuario se construyó en el siglo XVII y es uno de los centros espirituales de la zona.

Emprendemos el camino de regreso a Riaza por un sendero que parte junto a una cruz de hierro sobre fuste de piedra, próxima al lugar por el que hemos llegado. Pasamos una alambrada y poco después un abrevadero de hormigón. Descendemos dejando a nuestra derecha un pequeño reguero y poco a poco nos aproximamos a la carretera por la que acceden los vehículos a Hontanares. Una curva pronunciada nos vuelve a alejar del asfalto hasta el siguiente cruce giramos a la derecha. Continuamos unos metros hasta cruzar una portera (13), En el siguiente cruce seguimos de frente para pasar bordeando los campos de cultivo. Poco después enlazamos con un camino rodado en el que giramos ala derecha. Bajamos paralelos al Arroyo de las Manadillas y dejamos atrás las ruinas de un antiguo molino. Llegamos a una nave y salimos a la carretera (14), para volver a Riaza por la acera. Otra opción para regresar al pueblo es continuar de frente en el punto (13) y salir de la carretera por la que realizaremos el resto del trayecto hasta Riaza.

Desde la Ermita de la Virgen de Hontanares parte una pista asfaltada que sube hacia el mirador de Piedrasllanas por detrás del santuario. La pista nos conduce hasta un rellano (15), desde que accedemos a Piedrasllanas, un impresionante mirador que se asoma a la provincia de Segovia. Estamos a 1.487 m de altitud, en el extremo  de la prolongación de la Sierra de Ayllón que cierra la cuenca del río Riaza.

Regresamos al rellano donde nos desviamos y giramos a la izquierda para cruzar un vallado por una portera. La senda desciende entre pequeñas reforestaciones de pino silvestre con robles aislados. Tras describir una curva pronunciada el sendero se hace más empinado y baja por el robledal hasta desembocar en un cortafuegos. Giramos a la derecha y avanzamos unos metros hasta desviarnos a la izquierda por otro cortafuegos. Seguimos los mojones de Monte Público hasta que el cortafuegos finaliza en el mojón MP94, frente a un campo de cultivo. Tomamos una rodera a la derecha, trazando una pronunciada curva, y pasamos sobre un arroyo. Enseguida dejamos varias roderas a la derecha y nos dirigimos hacia un claro en el robledal. Sobre las copas de los robles asoma la espadaña de la iglesia de Martín Muñoz de Ayllón, guiándonos en este tramo del recorrido. Bordeamos la finca por la derecha y nos incorporamos a una pista de tierra en la que giraremos a la izquierda en dirección al pueblo. Los arroyos del Espinar y de la Chorrera recogen el agua que desciende por las laderas de la Sierra y se encajan moldeando un paisaje agreste y sorprendente. La confluencia de ambos arroyos da lugar al río Vadillo. Entramos en el pueblo junto a la iglesia parroquial de San Martín de Tours y nos dirigimos a la plaza. Junto al pilón tomamos el camino que nos llevará hacia Becerril.

Descendemos entre los muros de piedra y cruzamos un vallado. A ambos lados el camino se levantan magníficos ejemplares de fresno cuyos troncos se entremezclan con los muros. Seguimos a media ladera hasta que tomamos una senda que parte a nuestra izquierda. Las vistas del escarpado valle que ha dibujado el Vadillo son magníficas. A nuestra derecha se incorpora una senda y poco después llegamos a una bifurcación que tomamos a la derecha. Inmediatamente cruzamos una portera para iniciar el descenso al río, rodeados de retamas y jaras. Cruzamos el cauce por un viejo puente de hormigón y continuamos aguas abajo hasta salir a una pista forestal que tomamos a la derecha. Tras superar un fuerte repecho la  pista se bifurca y deberemos tomar el camino de la izquierda que va paralelo al arroyo los Hocinos. Cruzamos un reguero y poco después aparece la silueta de Becerril. Los tejados negros y los mampuestos de pizarras  le dan un curioso aspecto, típico de los pueblos negros de la Sierra de Ayllón. Entramos por la Travesía de la Fuente y nos dirigimos a la plaza junto a la iglesia parroquial.

Desde el parque El Rasero cogemos la carretera a Riofrío de Riaza y en la segunda rotonda giramos a la derecha en dirección a la avenida Doctor Antonio García Tapia. Iniciamos el recorrido al final de las urbanizaciones. (1). Tomamos el camino de tierra que sale a la derecha e inmediatamente cruzamos la acequia de San Benito y nos adentramos en el robledal. Dejamos una rodera que se incorpora a la derecha y avanzamos guiados por el Pico del Lobo, el punto más elevado de la Sierra de Ayllón. Tras pasar junto a una nave ganadera el camino desciende en busca del Arroyo de San Benito. (2). Lo vadeamos y superamos un fuerte repecho para llegar a la Pradera del Labrado. Aquí el camino se bifurca, y cogemos el de la izquierda. Poco después llegamos a otra pradera donde dejamos un camino que se incorpora a la derecha.

Los robles y fresnos van dando paso a los brezos y las retamas a medida que avanzamos hacia la Pradera de San Benito. (3). En la siguiente bifurcación tomamos el camino de la derecha para llegar a la Ermita de San Benito, (4). Allí, una fuente con bancos y mesas nos ofrece un merecido descanso mientras disfrutamos de las vistas de Riaza y la campiña. Desde aquí podemos enlazar con la Estación Invernal de la Pinilla por un sendero que, tras cruzar el río Serrano, nos conduce al a carretera y de allí al aparcamiento de la Estación.

Regresamos al punto (3), y tomamos la vertiente de descenso hacia el arroyo de San Benito. Antes de cruzarlo una señal indica otro acceso a la Ermita. Seguimos de frente, en dirección Riofrío de Riaza y Riaza. Llegamos a la carretera de la Estación de Esquí de la Pinilla y cruzamos para pasar por una puerta metálica. Al otro lado nos reciben algunos de los robles de mayor porte de este monte. Entre ellos los denominados las Cinco Maderas. Enseguida dejamos un sendero a la izquierda y continuamos de frente por una rodera entre robles y acebos. Al final del camino llegamos a una portera donde podemos elegir entre dirigirnos a Riofrío de Riaza o a Riaza. (5)

Tomamos la segunda opción y giramos a la izquierda sin cruzar la alambrada para bajar junto al vallado. Pasamos por dos porteras y salimos a la carretera para cruzarla con precaución. Una portera nos facilita el acceso al robledal por el que avanzamos pegados al vallado de la derecha. Cruzamos la última portera para salir junto a la acequia de San Benito y tomar un camino de tierra que va paralelo a ella. Poco después nos incorporamos a una pista y seguimos de frente hacia los depósitos de agua. El siguiente cruce lo tomamos a la derecha para regresar al punto de partida.

La variante a Riofrío de Riaza la iniciamos en el punto (5). Para recorrer  los 1,8 Km que nos separan del pueblo debemos cruzar el vallado por la portera y seguir de frente hasta una bifurcación que tomamos a la derecha. A partir de aquí el camino se desdibuja entre los robles y baja hasta alcanzar el pilón de agua junto a la carretera. Cruzaremos el río Riaza y ala izquierda el trazado de la antigua carretera nos llevará hasta el pueblo.